jueves, 11 de junio de 2015

PUCALLPA - IQUITOS ... para nunca olvidar!




Se que me he demorado mucho, pero es que hgan pasado tantas cosas que solo escribia en mi cuaderno para después transcribir todo y no olvidar ningún detalle, espero les guste! 


Algunos datos de interes:
- Opción aventura:
- Barco Pucallpa - Iquitos: 4 noches y 5 días = 100 soles, con comida incluida.
- Chelas (cervezas) en el bar de dentro: 5 soles
- Conviene ir preparado con algo para pasar el tiempo: libros, comida (aunque te entra en el precio, es preciso llevar algo), bebida, agua!!, jabón, desodorante, loción anti-mosquitos (bastante), bloqueador solar, hamaca, manta para la noche, música, altavoces, algún instrumento: charango, guitarra, armónica, flauta..., vamos, lo esencial para un viaje así, donde el tiempo se para y todos los días parecen iguales, aunque no lo son, y desde ahora les cuento porqué:

Se habían cumplido los dos meses de alquiler de habitación en Pucallpa (dígase de paso que no me gusto mucho la ciudad, me robaron dos veces y ciudad en la que me roban es ciudad a la que no tengo muchas ganas de regresar, solo regresaría por visitar algunos amigos que deje ahí, por ahí a una persona en especial y a mis compañeros activistas! ... Tenía que salir de esa ciudad, ya no me sentía cómodo, los días se hacían interminables! las noches peor! los zancudos eran los que mas demostraban amor... pero bueno.
Llego el día y dije: tengo que moverme de aquí o me volveré loco (Aveces siento que lo estoy) (es una locura manejable) (es solo una metáfora)


Salí rumbo al puerto de Pucallpa a eso del medio día me dijeron que al día siguiente  saldría el barquito este. Llegue al día siguiente con todas mis cosas, según el Míster-capitán, salía a las 12 del medio día. Por supuesto, teniendo en cuenta la "hora peruana", el barco no zarpó, tuve que cambiarme de barco y estuve ahi 4 noches .... que stress!

Me embarque en el Eduardo VI No llevábamos ni 3 horas en el barco y de momento notamos un golpe fuerte (anécdota 1): habíamos encallado en la arena. Había peligro de que pasase eso, es raro por que era época de lluvias y el cauce del río era bueno, por ello, teníamos la mini barquita delante del barco para ir midiendo con una caña la profundidad del río y guiando al gran Eduardo VI. El golpe fue un caos: la gente loca, poniéndose los chalecos salvavidas, gritando, recogiendo todas sus cosas... Yo? sentado en mi hamaca viendo lo que pasaba. Eso si, si en los días siguientes pasara algo donde necesitáramos chalecos... no habría ni para la mitad de los pasajeros. Tardamos 20 minutos en salir de ese banco de arena, pero todo tranquilo, porque durante el dia encallamos 3 o 4 veces más, pero algo sin importancia. La gente? No se sacó el chaleco hasta el día siguiente! 

Se embarcaron varios turistas, un frances, un ingles, un Español y dos chicas que no recuerdo de donde eran... nos hicimos amigos. Esa misma noche, subimos al techo con una botella de ron y coca cola para acompañar la velada. (ron que tuvimos que bajar a comprar en Pucallpa antes de que salga el barco) (no pense bajar a la ciudad pero buenoooo) 
En este viaje, eso de que aparezcan escopetas era la moda. Lo digo porque un chico de la tripulación se dirigió a nosotros escopeta en mano y nos dijo que como éramos gringos, no podíamos estar ahí y menos con música. Que era zona peligrosa, de asaltos, atracos... y más si veían un grupo en el techo de gringos como nosotros...
Le dijimos que apagaríamos la música y la luz y no haríamos ruido pues abajo la gente ya estaba durmiendo... Accedió a ello y varios ratitos nos hizo compañía (escopeta en mano todavía). El barco tenía un faro e iba alumbrando a todas partes, y a todas las barcas que se iban acercando. Nos contaba el chico que suelen ir en barquitas pequeñas sin luz, con armas y suben por los costados del barco, roban a los pasajeros incluso secuestraban a gente... A mí me dio mucho miedo eso, y más con la suerte de encallamientos que habíamos tenido durante todo el día! Pero bueno, ya al día siguiente pasábamos a zona más segura (según dijo). El caso, es que de repente, escuchamos gritos y más gritos, el barco paró. Nosotros decíamos: ya está, hemos entretenido al chico con nuestras preguntas y ya están aquí los piratas... Pues no, no era eso.
El barco pilló a la barquita que mide la profundidad... Pues bien, el capitán dio la orden de bajar la barca para no encallar mas veces. El tal "araña" que así le llamaban, miembro de la tripulación, hizo caso, sin escuchar justo cuando desamarró la barca que el capitán decía que NO!!! Así pues, la barca estaba en el río, el barco avanzó y se la tragó. Claro, pues sin barca y 4 días mas... no llegaríamos bien, seguro! Así que decidieron bajar al río y buscarla, pena para todos, que encontraron la barca pero no su motor...



Y nosotros, con el ron, sin creer lo que estaba pasando y pensando: "vaya un viaje nos espera!!!" - Nose en que momento pensaron que yo era "gringo" pero solo me causaba risa :)

Fin del primer día!

El día 2 del barco pasó de la manera más normal que podía pasar: No pasó nada fuera de lo normal.
Al ser el primer día que amanecíamos sobre aguas del Río Ucayali, aprovecho para explicar los horarios de comida:

<<A las 6am ya sonaba una cuchara golpeando contra una olla/cazo/qué se yo qué era. Para despertarnos e indicarnos que teníamos 30 minutos para ir a recoger el desayuno (avena y pan con mantequilla); a las 12 del medio día volvía a sonar esa cucharilla para indicar que había que recoger el almuerzo (arroz, con pollo y un plátano imposible de comer de lo duro e insípido que estaba... maduro le dicen... tb hubo estofado, tallarines y sopa) y en la noche, a eso de las 7pm sonaba por tercera vez diaria la cucharilla para repartir la sopa que se servía como cena.>>

Como primer día, nos tomamos el lujo de subir al techo a desayunar y bueno, como no teníamos nada que hacer en todo el día, allí nos quedamos: leyendo, haciendo pulseritas de macramé y semillas que tan bien nos enseñó Sil Ja. ... me hice de buenos amigos, hacían menos aburrido el viaje.


Este día, creo recordar que no pasó fuera nada de lo normal, como he dicho anteriormente, pero si no me falla la memoria, cuando bajamos Marco y yo de desayunar del techo, Karen nos dijo que (anécdota 3) se habían escapado unos pollos o gallinas. Bien, es un barco de mercancías, y no sabemos si eran pollos para Iquitos, o lo pollos que nosotros comíamos (ya que los mataban antes de cocinarlos...), nunca lo sabremos, lo que sí está claro es que los pollos iban corriendo por debajo de todas las hamacas evitando ser capturados!


Por la tarde seguimos con nuestro taller de macramé, hasta que atardeció.
En la noche tomamos unas chelitas del bar de abajo, pensamos que si tomábamos el ron, para los otros días no tendríamos nada!


Fin del segundo día.

El viernes transcurrió tranquilo. Hicimos lo mismo que el día anterior: pasarla en el techo haciendo pulseras!
A mitad de mañana notamos que el barco va mucho más despacio y allá que le preguntamos al capitán:

- Señor, por qué disminuimos la velocidad?
- Ay, m'hijita! Nos quedamos sin combustible!! (le dijo a una de las gringas que iba conmigo, que sabía algo de español, cuando dijo mijita no entendió ... Yo de traductor jajajaja.
- Quéee? Cómo es posible?? (yo en risas!!!)

En serio, no nos entraba en la cabeza cómo y por qué un barco salía sin el necesario combustible para llegar a su meta. La verdad, que cuando no pasaba nada, había un encallamiento en la arena, pero a eso ya nos acostumbramos, pero de verdad, quedarnos sin combustible... Pues qué hicimos? Tuvimos que esperar a que viniese otro barco detrás y que nos diese combustible.
El tema está en que el que vino, no quería darnos! Y normal, si sale con lo justo! La buena noticia es que nos dio un poquito para poder llegar a un puerto a tiempo y repostar más! Así que el barco tuvo que pegarse mucho mucho para poder pasarle el combustible.

El día siguió transcurriendo tranquilo, bueno, no tanto. ¿Se acuerdan del "araña", ese que soltó la barquita cuando no debió? Bien, pues cuando paramos en algún puerto, hay botes pequeños (siempre y cuando el barco no se pueda acercar a tierra porque volveríamos a encallar) que dejan a los pasajeros que paran en ese pueblito, pues bien, cuando el barco, después de una de esas paradas, ya zarpó y se alejó del pueblo, oímos cómo el capitán (uno de ellos) gritaba: "Araña!! Dejamos a Araña en el puertoooo!!!!" Nosotros, preocupados le preguntamos a otro señor que qué pasaba. Nos dijo eso, que efectivamente habían dejado a este chico, pero que "ya lo recogerían a la vuelta!!"
En todos mis viajes me he dado cuenta que en Perú y más en la selva, es todo taaan tranquilo, taaaan normal... que me encanta!

En la tarde tomamos un vino dulce y bueno, Juan Carlos (el español) decidió darle duro al Rompecalzones! No sé si lo conté antes, pero el Rompecalzones es un trago típico de la selva. Pues anteriormente los hombres podían tener varias mujeres, y claro, después de todo el día trabajando, cuando llegaba la hora de satisfacer a sus 7 mujeres, no podía! Entonces inventaron esa bebida ante la cual ningún calzón (en Perú así se le llama a la ropa interior femenina) se le podía resistir y todas las mujeres quedaban completamente satisfechas. Como este trago también está el 7 raíces y muchos más! ¡Eran muy listos! ... así dicen... yo no se si creerles... pero algunos de los tragos de la selva si te ponen algo caliente! :)
Fin del tercer día.

Fin?? Mentira!!! Esa noche, estábamos durmiendo y... a las 4am (aunque ya del día siguiente), paramos en un puerto y qué pasa? Cada vez que paramos sube gente vendiendo comida y bebida, así que nos despertaron los gritos de: "hay aguaaaaa, hay gaseosaaa!!!!" "hay polloooo, hay chaufaaaa" Así repetidamente hasta que zarpamos y uno de nuestros vecinos pasajeros se le ocurrió poner la música así, en mitad de la noche.

Como según nos habían dicho, éste sería el último día, así que decidimos Tiphaine, Juan Carlos, Marco y yo empezar el día viendo el amanecer. Así que a las 5am nos subimos al techo.

No fue nada del otro mundo, o es que yo, mas bien, soy amante de los atardeceres. El caso es que estuvimos un buen rato arriba. Estuvimos charlando con el capitán (que terminaba su turno a las 6am) y según nos dijo, llegaríamos a Iquitos para medio día, aunque cada uno decía una cosa: "a las 11 entramos en el Río Amazonas", otro: "ya estamos en el río Amazonas", otro: "en dos horitas nomás llegamos a Iquitos!!" La verdad fue la siguiente: sobre la 1 del medio día desembocamos en el Río Amazonas y a las 10pm de la noche llegamos a Iquitos.

Ya amanecido bien, decidimos bajar para recoger el desayuno. Al ratito de haber bajado y desayunado nos escuchamos gritos y un fuerte golpe del barco .... El capitán se durmió y chocamos contra la orilla del río!
En serio?? Ya estábamos curados de espanto con todo lo que pasaba en ese barco! Pero si ese señor cambió el turno hacia menos de media hora! Nosotros vimos como se despertaba, se cambiaba con el que había estado toda la noche en vela y se ponía sus auriculares (me sorprendió la comodidad con la que tomó el mando del barco), y claro está, se durmió y chocamos! Increíble!
Menos mal, salimos de ésta y ya durante el día no pasó nada, ahora sí, de verdad.
La pasamos todo el día en la parte delantera del barco, pues queríamos ver cómo entrábamos en el Amazonas y pues porque se estaba más fresquito que en el techo!

Por suerte, tuvimos la compañía de Daisy, una niña pequeña, tendría unos 6 añitos. Pero era muy extrovertida. Nos miraba y se extrañaba, pero ella lo preguntaba todo:
- A una de las chicas les decía: Eres blanca! ¿Por qué eres blanca?
- ¿Naciste blanca?
- ¿Vas a ser siempre así de blanca? ¿Y te gusta?
Era todo un reto tener que explicar a esa niña por qué no tenían el mismo colo de piel, pero igual creo que para todos los que hicimos grupo fue muy enriquecedora esa experiencia. Estuvo mucho tiempo con nosotros. Le preguntamos si su mamá sabía dónde andaba y decía que sí. Hasta que vinieron sus tres hermanas buscándola porque su mamá andaba preocupada!! ¡¡Todo quería!! ¡¡¡Harto me tenía!! jejeje, También nos acompañaron en el viaje gente del lugar, veían trago y parecían abejas!!!

Al medio día, entramos en el Amazonas. Se notaba bastante por que empezó a salpicarnos el agua, había mucho más caudal y hasta olas! Si el Ucayali ya era ancho... el Amazonas era el triple!
Fue algo grandioso! 


A las 10 de la noche llegamos a Iquitos. Nos despedimos llenos de picaduras de zancudos, de anécdotas, de miedos superados, Yo sin muchas fotos por que no tenía nada con que tomarlas, me pasaron algunas del viaje que tome con los celulares y las cámaras de alguno de los gringos! ... si me preguntan si volvería a viajar así... Si. Lo haría. te sirve para desconectarte de todo! y de todos!


 Lección aprendida: Cuidar mas mis cosas: me robaron un par de lentes, dos pantalones y un polo (oseaaa abrieron mi equipaje)