UNA CARTA JAMAS ENVIADA

UNA CARTA JAMAS ENVIADA

Puno Febrero de 2013

Desde el primer momento que te vi supe, que si no eras mi vida entera, al menos quería que fueras una gran parte de ella. Lo conseguiste, y todavía trato de olvidarme de que hubo un tiempo en el que fui el ser más feliz de la tierra porque tú caminabas a mi lado. El primer bofetón fue en las ilusiones, aunque de largo se supiera que por poco tiempo duraría.

Y un día, por fin, sólo te quedaba yo para que me contaras cómo te sentías, aquella madrugada que llamaste mas de dos horas al celular, aunque sé que nunca llegué a conocerte en realidad. Eras tú solo para mí. A cada paso que dábamos se desaceleraba el mundo, y dejaba que lo viéramos mejor. Cada paseo salía ese Ronald que hasta yo desconocía, divertido, irónico, atrevido, medio loco y pleno de felicidad. Y lo quieras ocultar o no, veía en tus labios una sonrisa, esa sonrisa que me daba la vida y el sentido de la existencia, esas carcajadas medio ahogadas entre tabaco y Vodka. Para cada trago de cerveza o Whisky, estaba yo allí para ti, y tú allí para mí. Cargar con tu mochila, correr contigo para que no llegues tarde a tus últimas clases. Conseguiste que oyera mis risas y mis carcajadas sinceras, no esas con las que normalmente soy amable con el resto de los vivientes; conseguiste hacerme reír de la cabeza al alma.

¿Cómo es posible que cuando íbamos al market, además de traer leche, galletas, velas, licor, tabaco... yo volviera cargado con kilos de felicidad, satisfecho por un trabajo que ni había hecho? Justo cuando cogías el taxi, siempre imagine que alguna vez te alejarías y ya quería volver a verte, y en ese momento me imagine sin ti y sentí que tras comer necesitaba llamarte para ir a caminar al parque de la vuelta de tu casa, previo almuerzo, o previa cena. 

Creo que el día más feliz de esa etapa de mi vida fue cuando te conocí, mis manos temblaban, estaba nervioso, me sentía un niño tonto. Si lo hubiera premeditado me habría salido mal. La sonrisa de idiota me duró más de una semana. Fui feliz contigo.

Y justo el día de tu sustentación, nos fuimos a la universidad . A mí se me escapaba el alma por el pecho. Enamorado como un becerro no podía estarme quieto y nos fuimos al aula, fue un día bastante especial. Fue la última promesa.

Noches después, pregunte si me amabas...  Tu y Yo ...Allí, sentados en un banco, en aquella plaza lo dije: 'Te amo'. Me suplicaste que no pronunciara esas palabras que cambiarían nuestras vidas y nuestra relación, pero tuve que hacerlo, resoplaban impacientes las palabras tanto tiempo guardadas. Lo solté, y con toda la misericordia y el amor que pudiste me dijiste:  Yo no te amo... A pesar de lo que me dijiste esa noche descansó mi ansiedad de amarte. Había tenido la valentía de decirte lo que sentía, y a pesar de tu 'no', y a pesar de que sabía que pasaría después, no me sentí infeliz. ¿Sabes, lo único que le faltan a las fotos que tenemos juntos?: tú y yo siendo felices.

Y así... días de tribulaciones, de rebeldías, llenos de ira y de rencor, de lagrimas, de penas, de tristezas... días llenos de depresión llegaron... Días en los que no sabía que hacer, y hablo por mi, por que a pesar de conocerte tanto como te conozco en algún momento del final de nuestra relación me di cuenta que no te conocía por completo. Y es que en mi cabeza siempre estuvo ese ¿Cómo pudiste? ... Creo que también fue mi culpa, soñé demasiado y deje que todo se venga abajo... No soy perfecto, quizás si hubieses dicho algo... 

Solo espero estés bien ... Ojala algún día nos volvamos a ver las caras y que ambos hayamos curado nuestras heridas, que Tu seas mas adulto, y yo ya no sea el mismo niño soñador. Siempre diré que te quiero porque a pesar de todo... Siempre seras especial.

Ron. :)

- Esto jamas lo envíe ... lo encontré en una carpeta llena de cosas que tenía guardadas... no me siento mal al leer esto ahora, las cosas han cambiado mucho... ya nada es igual... solo queda un buen recuerdo. -